sábado, enero 29, 2011

Japón, campeón de Asia


Tanadari Lee, delantero del Japan Sanfrecce Hiroshima, se convirtió en el héroe de los "samuráis azules" al marcar en el minuto 110 de la prórroga en un clamoroso error de la zaga australiana tras un partido jugado de poder a poder con alternativas en los dos áreas.

Australia, que aspiraba a coronarse por primera vez en su segunda participación, mejoró respecto a los partidos anteriores y disfrutó de las mejores oportunidades para llevarse la copa, pero se topó con un inconmensurable Kawashima.



El arquero del Lierse belga, Eiji Kawashima, elegido el mejor jugador de la final, desesperó a la vanguardia de los "socceroos" con una serie de espectaculares atajadas.

La última de ellas, ya en la prórroga, a cabezazo de Robbie Kruse, que entró en los minutos finales para reemplazar a un cansado y desafortunado Harry Kewell, que como el resto de jugadores oceánicos no tuvo su noche.

Faltos de balones en ventaja, tanto Shinji Okazaki (Shimizu S-Pulse) como Ryoichi Maeda (Jubilo Iwata) sufrieron en la lucha con una defensa bien estructurada y con una mayor potencia física, que apenas le concedió opciones. 



Los hijos del sol naciente hallaron, sin embargo, a Keisuke Honda, el centrocampista del CSK de Moscú, elegido el mejor jugador del campeonato. Honda ha sido el fiel reflejo de la trayectoria de Japón, al que los comentaristas coinciden en proclamar justo vencedor de un torneo en el que solo cuatro equipos -los cuatro primeros- han desplegado un fútbol de alto nivel.

Avanzada la segunda mitad, un balón colgado al área se envenenó en la trayectoria, superó la estirada de Kawashima y golpeó en el palo sin que el delantero del Everton inglés acertara a pescar el rechace.

A los cinco minutos del tiempo extra, y nada más pisar el cuidado césped del estadio Al-Khalifa de Doha, Cruse pudo dar ventaja a su equipo con un certero cabezazo en suspensión desde el centro del área que Kawashima tocó con la punta de los dedos, lo suficiente para que el balón fuera escupido por el travesaño.

Yuto Nagatomo, lateral del Cesena que ha hecho un espléndido torneo, volvió a ganar una vez más a su par en la banda y templó un balón que su compañero Lee, quien completamente solo en el punto de penalti enganchó una difícil volea que Mark Schwarzer (Fulham) solo pudo mirar como besaba la red.

Australia, ya muy cansada, no bajó los brazos y a punto estuvo de empatar, sobre todo en un confuso barullo en el interior del área que encogió el corazón de los seguidores nipones.



Con esta victoria, Japón rompe el triunvirato que formaba con Arabia Saudí e Irán y se destaca con cuatro títulos, logrados en 1992, 2000 y 2004.




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